La limpieza en los diversos espacios de la casa es algo fundamental para tener calidad de vida y buena salud. Pero quizás, la estancia más importante de todo hogar es la cocina. Las encimeras, los electrodomésticos, los hornillos, la campana extractora, el horno, las paredes y suelos requieren especial cuidado al ser aseados.
Dentro de todas las acciones que implica limpiar la casa entran en juego productos de limpieza específicos para cada superficie y utensilios como escobas, trapos, fregonas y aspiradoras. Sin estos elementos sería imposible mantener la higiene en el hogar.
A continuación se darán algunos consejos para limpiar la cocina de manera profesional para resguardar todos los equipos, los revestimientos y no exponer la salud de la familia.
Atención con el horno
La limpieza del horno es algo que requiere productos especiales para poder arrancar la grasa sin dificultad y preservar todos sus componentes. En un hogar promedio esta acción debe hacerse cada dos o seis meses, dependiendo del uso.
Lo recomendable es limpiarlo cuando se salpique de grasa o alimentos de manera inmediata para que no se quemen en usos posteriores. Sin embargo, se debe hacer una limpieza profunda al menos dos veces al año.
Para ello hay que sacar las rejillas y bandejas y untar o esparcir con un spray el producto limpiador para hornos, siguiendo las instrucciones del empaque porque muchos requieren guantes y mascarillas.
Por lo general, hay que dejar actuar el limpiador unos minutos y enjuagar muy bien con trapos húmedos. Es en extremo importante pasar muchas veces el paño para quitar todo vestigio del producto limpiador.
¿Cómo limpiar la campana extractora?
La limpieza de la campana extractora es tan importante como la del horno y requerirá, igualmente, los detergentes para tal fin.
Dependiendo del tipo y modelo de campana hay que desarmarla, sacar los filtros y demás componentes y rociarles el limpiador para que este actué el tiempo que diga la etiqueta.
Si el modelo de campana lo permite, enjuagar los filtros bajo el chorro del agua corriente es lo mejor para sacar, tanto la grasa acumulada como los limpiadores.
Se puede enjuagar con una mezcla de agua con vinagre y finalmente con agua limpia antes de volver a colocar todas las piezas en su lugar.
Tras la limpieza conviene encender la campana extractora unos minutos para asegurar que funcione bien y se seque perfectamente.
Suelos y paredes
Los suelos y las paredes de la cocina también suelen ensuciarse mucho. Cosas que caen o salpicaduras son comunes al cocinar o comer en una barra para tal fin.
El mercado ofrece muchos productos para limpiar cada superficie. Para las zonas cerca de la cocina que pueden llenarse de grasa habrá que usar un detergente que sea capaz de arrancarla, pero hay que prestar mucha atención al material y al tipo de limpiador.
Por lo general, los azulejos y baldosas pueden limpiarse con casi todos los productos existentes en el mercado, pero si es mármol, granito u otros conviene ver la etiqueta, pues echar algún detergente no apto para tales superficies puede hacerlas lucir sin brillo o deslucidas.
Las empresas que venden productos de limpieza tienen una enorme gama de limpiadores especializados para cada superficie. Vale consultar con ellos online para que aconsejen lo mejor para cada revestimiento.
Encimeras
Es muy importante limpiar bien las encimeras de la cocina cuando se termina de preparar la comida. Los restos de alimentos pueden ser foco de infecciones y malos olores. Además pueden afear o manchar las superficies si se deja acumular la mugre.
Lo mejor es buscar un producto de limpieza que no solo arranque la grasa y el sucio, sino que ofrezca protección contra bacterias y deje las zonas esterilizadas.
Al igual que sucede con los suelos y paredes, hay que estar atentos a que el producto de limpieza que se emplee sea apto para los diversos tipos de materiales usados para fabricar encimeras.
Lo mejor es revisar la etiqueta de cada producto antes de comprarlo para ver en qué puede usarse y en qué no. Sea cual sea, las encimeras deben estar siempre pulcras.
Electrodomésticos
También las tostadoras, batidoras, sandwicheras, gofreras y todo equipo que se tenga sobre la encimera requerirá que se limpie al menos una vez a la semana. Esto los mantendrá relucientes y no se corre el riesgo de que la grasa, el polvo y la suciedad entren a sus sistemas o al motor causando daño.
Los cables también hay que limpiarlos de tanto en tanto porque la grasa es engañosa y suele albergarse en todos lados.
Puertas y ventanas
Los cristales de las ventanas tienen que estar siempre relucientes y no solo se trata de estética. Dejan pasar la luz natural y es importante que no se opaquen.
Productos para ventanas hay muchos y sirven para cristales y marcos. Las puertas también deben repasarse con un paño húmedo con un desinfectante apto para los diversos materiales. Así se evitarán malos olores y superficies feas y sucias.
¿Por qué es importante usar productos profesionales de limpieza en el hogar?
Los productos profesionales de limpieza para el hogar permiten mantener, no solo la cocina, sino los diversos espacios de la casa impecables, saludables y sin que se dañen o afeen las superficies.
En la cocina, hacen el trabajo más rápido, sencillo y eficiente porque están formulados para arrancar la grasa pegada y desinfectarla al mismo tiempo.
No es posible usar el mismo limpiador para el suelo del salón que para las superficies de la cocina. Estas últimas acumulan grasa, restos de comida y material orgánico que puede contaminarse y ser el foco de infecciones y enfermedades.
Junto al horno, la campana extractora, las mesadas y los electrodomésticos, el suelo y las paredes de la cocina también merecen cuidado a la hora de la limpieza.
Para ello, las empresas que venden productos especializados de limpieza cuentan con diversos desinfectantes que no solo quitan los restos de alimentos, grasa y desinfectan, sino que acaban también con olores desagradables que pueden albergarse en la cocina si no se limpian a tiempo y bien.
¿Qué sucede si no se limpia bien la cocina?
La respuesta esta pregunta es múltiple e incluye lo siguiente:
Se dañan o deterioran mucho más rápido los electrodomésticos.
Se crean ambientes propicios para enfermedades que pueden ser graves y hasta mortales.
Se acumula sucio y malos olores.
Se ven los espacios desordenados y sucios y esto impacta negativamente el estado de ánimo de la familia.