LA HIGIENE ORAL Y EL LAVADO DE LOS DIENTES



¿Qué significa buena higiene oral o bucal?

Significa que sus dientes están limpios y no hay restos de alimentos, y su principal consecuencia es que su boca que luce, huele bien y además sus encías presentan un color rosado evitando así sangrados durante el cepillado o el uso del hilo dental.

NOTA: Si las encías duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental, o usted sufre de mal aliento persistente, visite a su dentista. Cualquiera de estas infecciones indican un problema.

CONSEJOS PARA MANTENER UNA BUENA HIGIENE ORAL


Una buena higiene buco-dental debería establecerse mediante la adopción de cuatro hábitos:

  • El cepillado
  • La limpieza con hilo dental
  • El enjuague
  • Visita periódica al dentista

Una buena higiene comienza por un correcto cepillado el cual conviene realizar justo después de cada comida o ingesta de bebidas, especialmente las azucaradas y carbonatadas, de golosinas o aperitivos, o de cualquier alimento. 

El cepillado más importante que no debe faltar es el de después de la cena o de la última comida antes de dormir. Hay alimentos duros como la zanahoria o la manzana  cruda que al ser mordidos arrastran la placa bacteriana. Otros alimentos como el queso parecen tener propiedades remineralizantes del esmalte.

Cabe resaltar que un cepillado excesivo puede incidir en un temprano desgaste del esmalte, en especial si se han ingerido cítricos después de las comidas, por lo que lo ideal está entre dos y tres cepillados diarios; también puede ser aconsejable cepillarse antes de la comida para reducir la placa bacteriana. 
Se recomienda cepillarse los dientes por un tiempo de tres a cinco minutos; es decir, diez cepilladas por cada dos dientes; de preferencia debe ser con un cepillo mediano de cerdas suaves y mango recto y con un pasta dental que contenga triclosan.

NOTA: Es importante recalcar que el odontólogo es quien debe valorar cómo debe ser la higiene oral de cada paciente de acuerdo con sus necesidades.
El uso de chicles puede ser aconsejable puesto que la acción de masticar estimula la secreción de saliva que evita que el ph de la boca se vuelva excesivamente ácido y el xilitol inhibe el crecimiento de la bacteria streptococcus mutans que causa la caries; el uso de los chicles no sustituyen las ventajas del cepillado.
La higiene buco-dental es igualmente necesaria si se ha producido regurgitación o vómito.

TÉCNICA CORRECTA PARA EL CEPILLADO DENTAL


  • Coloque las cerdas sobre la encía con un ángulo de 45 grados, las cerdas deben estar en contacto con la superficie dental y la encía.
  • Cepille suavemente la superficie dental externa de dos o tres dientes con un movimiento de barrido de adelante hacia atrás. Mueva el cepillo de dos o tres dientes y repita la operación.
  • Cepille suavemente usando un movimiento de barrido y al mismo tiempo realice un movimiento de adelante hacia atrás sobre toda la superficie interna.
  • Incline el cepillo verticalmente detrás de los dientes frontales y haga varios movimientos de arriba hacia abajo usando la parte delantera del cepillo.
  • Ponga el cepillo sobre la superficie masticadora y haga un movimiento suave de adelante hacia atrás.
  • No olvide cepillar también su lengua de adelante hacia atrás para eliminar las bacterias causantes del mal aliento.
  • El cambio de cepillo dental debe hacerse cada dos o tres meses, dependiendo del estado del cepillo.
USO DEL HILO DENTAL
Se recomienda también limpiar los espacios interdentales con seda, al menos una vez al día y usando una parte distinta de la seda para cada espacio. 
NOTA: Si no puede introducir la seda entre las piezas dentales consúltelo con el odontólogo, igual que lo anterior, no deje pasar la halitosis y consúltela ya que mal olor del aliento puede verse influido por la presencia de caries y por múltiples factores diferentes a la cavidad bucal.

EL ENJUAGUE
Tras pasar el cepillo y la seda puede ser conveniente un enjuague con un colutorio, especialmente en caso de gingivitis; los colutorios con clorhexidina parecen poseer una importante actividad antibacteriana.
Tampoco se recomienda abusar del colutorio; es decir, está especialmente indicado para la eliminación de la placa bacteriana y un mantenimiento periódico, pero abusar de él puede ser totalmente contraproducente para la protección del esmalte dental.

Además los colutorios eliminan todas las bacterias de la boca, tanto las dañinas como las beneficiosas que defienden, por lo que deja vulnerable la boca durante cierto tiempo.
Siempre fijarse en que los colutorios no contengan alcohol, ya que se ha demostrado que el abuso de dichos productos inciden en una mayor probabilidad de contraer cáncer bucal.

La higiene bucal es un cuidado que uno realiza para tener un buen funcionamiento en nuestro aparato fonador, ya que los cantantes tienen mucha higiene para el buen funcionamiento.

13 RECOMENDACIONES PARA UNA BUENA SALUD ORAL

1.Cepíllate lentamente, con movimientos cortos, suaves y elípticos, prestando atención a las encías, los dientes posteriores (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes y empastes. Puede combinar esta técnica con la inclinación de las cerdas del cepillo en un ángulo de 45º ( esto asegura que se limpie la zona que esta por debajo de la encía) contactando tanto con la superficie dentaria como con el borde de las encías, asimismo continúe con movimientos de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. A nivel de la superficie de mordida use un movimiento de frotado suave hacia atrás y adelante. No olvide cepillar la lengua de atrás hacia adelante para mover las bacterias productoras de mal olor.

2.Cepíllate mínimo dos veces al día.
Acostúmbrate a cepillarte los dientes después de cada comida. Mínimo por la mañana y por la noche.
3.Renueva el cepillo cada 3 meses.
Cambia de cepillo cada trimestre para evitar enfermedades periodontales.
4.Usa el hilo dental.
La limpieza con hilo dental previene la formación de caries interdentales y elimina la acumulación de placa bacteriana.
5.Aclárate con enjuague bucal.
Los enjuagues bucal reducen el volumen de la placa y evita patologías e infecciones, evita los que contienen alcohol.
6.Acude al dentista dos veces al año.
La opinión de un profesional es muy importante a la hora de evaluar el estado de salud de tu boca.
7.Mastica chicle.
Los chicles sin azúcar ayudan a evitar la caries dental al sacar de entre los dientes las bacterias. Además facilitan la producción de saliva, que contiene calcio y fosfato, este "lavado" dental remineraliza y endurece los dientes tras el ataque ácido de la comida. Búscalos con xilitol, pues reduce la bacteria bucal dañina.
8.Cuida la alimentación con alimentos  lo menos cariogénicos posible, evitando así los que se quedan pegados en los dientes como los chocolates galletas, dulces, y si se consumen preferiblemente hacerlo de una vez y luego lavarse los dientes; es mucho más recomendable que estar comiendo esa misma cantidad pero durante todo el día.
9.Vigila si hay bruxismo ya que ésto desgasta demasiado tus dientes y produce a largo tiempo trastornos temporomandibulares.
10.No morder lápices, uñas, objetos, los hábitos parafuniconales causan estragos en la boca y dientes.
Es importante recordar que el reflujo, bulimia, anorexia *destrozan* la dentadura.
11.Tomar agua potable, ya que ésta es fluorada. al igual que el té
12.Medir consumo de compuestos fluorados en menores de 6 años, pues podrían provocar fluorosis.
13.Elegir bien el cepillo de dientes es fundamental, en el mercado los podemos encontrar de diferentes formas para llegar incluso a los rincones más difíciles y de diferentes durezas, es importante saber elegir ya que un cepillo con cerdas muy duras puede hacernos heridas en las encías, eso cada persona tiene que ir viendo cual es el que mejor le va. En el caso de los que usan ortodoncia hay cepillos especiales, ya que la comida se instala bajo los hierros. Otra opción puede ser el cepillo eléctrico, son más eficaces que los manuales ya que la potencia de estos aparatos es superior a la manual.


  • El eucalipto y la menta son usados en casi todos los enjuagues bucales y pastas o cremas dentales por su efecto refrescante y sus propiedades antibacteriales. El árbol de té y la planta Neen son muy usadas en medicina natural por sus propiedades antifugales, antibacteriales y antisépticas. 
  • Los aceites esenciales de estas plantas tienen por supuesto los mismos efectos. El bicarbonato de soda es un agente muy efectivo para limpiar la boca y es usado en muchos productos de higiene bucal.
  • Evita cepillarte los dientes inmediatamente después de consumir alimentos o bebidas ácidas, porque el ácido daña el esmalte de los dientes y con el cepillado lo único que haces es extenderlo por cada una de las piezas.
  • Lávate los dientes con suavidad y siempre partiendo de la encía hacia abajo, para no llevar la suciedad hacia ésta.
  • No olvides limpiar la lengua porque en ella también se acumulan bacterias. Para limpiarla puedes pasar el cepillo suavemente hacia adelante.
  • Si sólo puedes cepillarte los dientes una vez al día, procura hacerlo antes de dormir, porque como la producción de saliva y los movimientos linguales disminuyen por la noche y hay más riesgo de que se acumulen bacterias, lo mejor es reducir el impacto dejando los dientes bien limpios.


HIGIENE ORAL EN LOS NIÑOS
 Limpieza oral desde el primer día. La higiene de la boca no se debe limitar a cuando hay dientes. Los padres deben limpiar diariamente las encías del bebé con una gasa húmeda en agua tibia para evitar bacterias.
Los dientes de leche también hay que cuidarlos. Los dientes de leche hay que cuidarlos de la misma forma que los permanentes, ya que cumplen funciones tan importantes como la de masticar o hablar. Si el niño presenta caries en un diente temporal, el riesgo de que el diente permanente resulte infectado es mucho mayor.
Los padres deben supervisar el cepillado de sus hijos y en cuanto salen los primeros dientes hay que empezar a limpiarlos con un cepillo con cabezal pequeño de cerdas suaves y preferiblemente sin pasta dental para evitar que los niños la ingieran. A partir de los tres años, el niño puede participar en el cepillado, pero siembre bajo la supervisión de un adulto para asegurar que lo hace correctamente.

Enseñarles a cepillarse los dientes para que los más pequeños aprendan correctamente sin dejarse ninguna pieza y sin riesgo de erosionar su esmalte, es recomendable establecer un orden metódico para que lo recuerden fácilmente: cepillar de arriba abajo y de abajo arriba incluso las encías para evitar la acumulación de sarro entre la encía y el diente, cepillar las muelas y la cara interna de los dientes, utilizar seda dental para retirar los restos que se quedan entre los dientes y finalmente limpiar la lengua.

Explorar periódicamente la boca. Los padres deben revisar la boca de sus hijos para detectar la presencia de sarro, flemones o posibles caries. Esta exploración también servirá para evaluar la erupción dentaria primaria y observar si hay algún defecto en el esmalte, ya que un color extraño de la pieza dental puede indicar alguna dolencia. 


Ser un buen ejemplo. Los niños suelen imitar el comportamiento de los mayores. Hay que compartir el momento del cepillado de los dientes con los hijos al menos dos veces al día, especialmente por la noche antes de dormir. El cepillado nocturno es el más importante, ya que mientras dormimos la salivación disminuye y los dientes están menos protegidos frente a las bacterias que producen las caries.

Diversión. Se aconseja convertir el cepillado en algo “divertido”, acompañándolo con pequeños juegos para crear una rutina amena en los más pequeños.

Limitar el consumo de dulces. No hay que eliminar los dulces de la dieta del niño, pero sí controlar y limitar su consumo, ya que aumenta el riesgo de sufrir caries.

Reemplazar su cepillo de dientes. El cepillo de dientes del niño debe adecuarse a la edad del menor. Los padres también deben encargarse de cambiarlo cada tres meses, que es lo recomendado por los profesionales.

Visitar al dentista periódicamente. Lo idóneo es que el niño acuda al dentista cuando haya cumplido los dos años y medio o tres o si ya tiene todos los dientes temporales. En ese momento el dentista podrá realizarle una primera exploración del estado de su boca y valorar si la dieta que lleva es correcta, así como la higiene dental. Lo más importante es que el niño acuda sin ninguna patología para que éste no asocie al odontólogo con dolor o miedo. A partir de los 7 u 8 años, los niños ya pueden hacerse una primera limpieza dental. Además, las visitas tempranas al odontólogo nos ayudarán a diagnosticar problemas como una mal posición dental o la mordida cruzada que en la edad infantil se pueden solucionar fácilmente gracias a la ortodoncia, mejorando así la sonrisa y la salud del niño, la masticación e, incluso, la fonación.


Estimados lectores, agradecemos siempre su consulta y que nos tenga en cuenta para sus dudas y cuestiones sobre limpieza y aseo personal y del hogar.

Un saludo y hasta la próxima!
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